jueves, 2 de diciembre de 2010

Unos cuerpos son como flores...

Unos cuerpos son como flores,
otros como puñales,
otros como cintas de agua;
pero todos, temprano o tarde,
serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un hombre.

Pero el hombre se agita en todas direcciones,
sueña con libertades, compite con el viento,
hasta que un día la quemadura se borra,
volviendo a ser piedra en el camino de nadie.

Yo, que no soy piedra, sino camino
que cruzan al pasar los pies desnudos,
muero de amor por todos ellos;
les doy mi cuerpo para que lo pisen,
aunque les lleve a una ambición o a una nube,
sin que ninguno comprenda
que ambiciones o nubes
no valen un amor que se entrega.

martes, 15 de junio de 2010

Esa niña...


Llevo dentro de mi corazón esa niña que se niega a crecer, que se niega a dejar de soñar, que se niega a dejar de creer.

Esa niña que se sorprende ante un nuevo descubrimiento.
A la que le gusta ver las burbujas de jabón volando en el viento,
la que cierra los ojos al sentir el olor de tierra mojada cuando empieza a llover,
la que se sienta a la ventana a ver la lluvia caer...

La que se divierte encontrándole formas a las nubes.

La que le gusta caminar descalza sobre pasto fresco,
la que juega con la arena del mar y busca caracolas para escuchar en ellas el suave canto del viento...

La que le gusta mecerse en una hamaca (aunque ya el vaivén la maree...)

A la que le tienen que prestar un pañuelo para que seque las lágrimas en medio de una película emotiva.
La que aún guarda sus libros de cuentos,
esa niña que tiene un baúl de recuerdos que para nadie más tiene valor, sólo para ella.

La que suspira leyendo poesía,
la que viaja a lugares inimaginables leyendo un libro...
Esa niña a la que se le alegra la carita cuando ve un chocolate,
o se le hace la boca agua al ver un algodón de azúcar...
O esa niña que se le hace el corazón un puño cuando ve un animalito abandonado en la calle.

Esa niña que se sienta en silencio a ver el atardecer ocultarse,
la que mira al cielo en las noches buscando estrellas fugaces,
la que se deja hechizar por la luz de la luna.
Esa que imagina nuevos mundos al final del arco iris...

Aquella niña que duerme buscando un hermoso sueño,
la que se despierta llena de miedo y se tranquiliza por que sabe que sólo fue una pesadilla.

A la que no le importa reir hasta que se le salgan las lágrimas,
la juguetona...

La frágil,
la que suspira,
la sensible,
la que aún cree en el amor,
la que aún tiene esperanzas, la que aún tiene fe...

Esa niña jamás... jamás morirá

domingo, 13 de junio de 2010

Sueños...

Hay sueños que nacen y que hilvanan la noche con estrellas que brillan; escoltan a la luna y destella en la calma acariciando al viento, rozando el beso de nuestro encuentro. Esos sueños que vienen y devoran momentos de risas y juegos entre las sábanas arrullando al mundo en otro tiempo... Son sueños que mueren degustando los besos, aquéllos que ansiabas y robaron tus versos aniquilando el sentimiento del amor verdadero.

Sueños, son sueños…